La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) emitió una Declaración de Posición sobre el papel de los jardines botánicos, acuarios y zoológicos en la conservación de especies. Este es un documento oficial de esta entidad a través del que se reconoce el esfuerzo de instituciones que trabajan en el manejo de la vida silvestre ex situ para desarrollar acciones que aseguren la preservación de especies de fauna, flora y hongos silvestres en peligro de extinción.
La Comisión para la Supervivencia de las Especies (CSE) de la UICN destaca el rol clave de los jardines botánicos, acuarios y zoológicos “en la intersección entre la conservación ex situ e in situ”, y menciona que las diversas funciones desempeñadas por estas instituciones “abarcan ciencias genéticas, conductuales y veterinarias aplicadas, la cría, reintroducción y translocación de vida silvestre, la investigación, educación y participación comunitaria, el desarrollo de políticas, acceso a experiencias basadas en la naturaleza y financiación para la conservación”.
En el Zoológico de Quito, el trabajo por la conservación es una prioridad de su misión, tanto a nivel ex situ como in situ. Aunque alrededor de 70 especies están bajo cuidado profesional de este centro de escate, existen algunas que se encuentran en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN, que representan una prioridad para la misión del QuitoZoo, tanta para las tareas cuidado y conservación como para la educación y acción ciudadana, como el cóndor andino (en estado Vulnerable a nivel internacional y En Peligro de extinción en el país), el oso andino (Vulnerable a nivel regional y En Peligro en Ecuador) o el jaguar, que tiene una población amazónica En Peligro y otra en la Costa como En Peligro Crítico.
Para promover la conservación de la fauna silvestre, el Zoológico de Quito impulsa proyectos de investigación y de educación para la conservación, con el propósito de preservar la vida silvestre, así como en la población de animales rescatados que pertenecen a las especies mencionadas y que se distribuyen entre varios centros de rescate del país.
La CSE también exhorta a las instituciones que trabajan por la conservación a “aprovechar el máximo de su potencial de conservación y a trabajar como miembros valiosos de una comunidad conservacionista bien integrada para garantizar la supervivencia y la salud de las poblaciones silvestres de animales, hongos y plantas”.
En ese sentido, es importante recordar que el Zoológico de Quito es miembro acreditado de la Asociación Latinoamericana de Parques Zoológicos y Acuarios (ALPZA), una organización que fomenta el trabajo riguroso y profesional de las entidades que la integran, desde los diversos frentes que involucran la tarea de conservación, así como la colaboración entre los zoológicos para sostener procesos de mejora continua y alcanzar altos estándares.
Además, a nivel local, la gestión de rescate, rehabilitación y manejo de animales rescatados, otro aspecto clave en el contexto de la declaración de la UICN, que el QuitoZoo impulsa con organizaciones colegas, también resulta imprescindible para consolidar esa comunidad conservacionista a la que invoca la CSE.
¿Cómo contribuyen los zoológicos para revertir la situación de especies que están en la lista roja? Estos son algunos ejemplos que se menciona en el documento oficial:
- Cuidado, conocimiento y manejo de poblaciones ex situ e in situ de animales, hongos y plantas, y sus ambientes.
- Salud y patología.
- Translocaciones para fines de conservación.
- Investigación ética, ciencia y datos.
- Trabajo con las comunidades.
- Desarrollo de capacidades y recursos
Martín Bustamante, director del Zoológico de Quito, expresó que esta posición de la UICN respecto a los medios de conservación ex situ significa transitar un desafiante camino de mejora continua. “Para el Zoológico de Quito, la tarea de rescate y la conservación de especies autóctonas amenazadas es prioridad. El cóndor es el mejor ejemplo de nuestro esfuerzo, pero también tenemos recorrido investigando y conservando al oso andino, tapires, ranas marsupiales, entre otras”.
De la misma manera, Bustamante señaló que es necesario que las tareas de atención, cuidado y conservación de fauna silvestre en Ecuador “emprendan un camino de profesionalización, pues, a diferencia de otros países, donde el Estado es quien ejerce el cuidado de este patrimonio natural vulnerado, en Ecuador esta tarea se confía a instituciones especializadas”.
En Ecuador, el trabajo de conservación ex situ tiene ejemplos claros de cómo se despliegan esfuerzos por el restablecimiento de poblaciones in situ, como los planes de reproducción de individuos del papagayo de Guayaquil, especie críticamente amenazada, el cóndor andino, las ranas arlequín, iguanas y tortugas gigantes de Galápagos.
Finalmente, la Declaración de Posición emitida por la UICN insta a todos los actores inmersos en la conservación trabajar mancomunadamente con instituciones zoológicas y jardines botánicos para potenciar las fortalezas que cada sector tiene y se viabilice la consecución de objetivos que eviten la pérdida de especies y promuevan su recuperación de las mejores maneras posibles.
Para leer la declaración completa, haz click aquí en una de las imágenes a continuación.