En días pasados, la clínica veterinaria del Zoológico de Quito recibió 26 tangaras, aves canoras de gran belleza y llamativos colores. Estas aves fueron rescatadas del tráfico de vida silvestre, por parte de autoridades ambientales y policiales en operativos de control en el Aeropuerto Mariscal Sucre y en el mercado de Sangolquí. En la terminal aérea, las víctimas de esta acción ilícita iban en cajas de cartón, como parte del equipaje de mano que llevaba la persona involucrada en este delito.
Sendos operativos por parte de funcionarios del Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE) y la Policía Nacional atendieron denuncias tras las cuales retuvieron a los especímenes de vida silvestre. Posteriormente trasladaron a las aves hasta el Zoológico de Quito en Guayllabamba. Aquí recibieron atención médica para conocer su condición física. Se mantuvieron refugiadas en un espacio aislado del contacto humano, donde contaron con calefacción, humedad y provisión de oxígeno adicional, debido a las condiciones atmosféricas diferentes a las de su hábitat en bosques tropicales de tierras bajas. Algunas no soportaron la extracción del lugar de donde no debían salir y fallecieron, mientras las sobrevivientes necesitaban una reinserción urgente.
Gracias a la coordinación del QuitoZoo con la autoridad ambiental, la liberación de estas aves no demoró y fue posible efectuarla el viernes 24 de mayo en los bosques nublados del noroccidente de Pichincha. Martín Bustamante, director del Zoológico de Quito, señaló que el tráfico de vida silvestre afecta gravemente a la fauna ecuatoriana. “Estos animales son parte de redes de tráfico y mascotismo, que terminan en hogares dentro o fuera del país”, explicó Bustamante. También destacó la importancia de que las instituciones zoológicas trabajen coordinadamente con las autoridades ambientales para contrarrestar esta realidad, y “que los bosques sigan manteniendo biodiversidad, produciendo agua y que podamos tener un entorno natural propio de este país megadiverso”.
El lugar escogido para la liberación de 10 tangaras, de las sobrevivientes del aeropuerto, y 2 de las provenientes del mercado de Sangolquí, fue “La Elenita”, un predio que los Zoológicos de Karlsruhe (Alemania) y el de Quito mantienen en las cercanías de Mindo, San Miguel de los Bancos. Las áreas de reserva natural comprenden aproximadamente 200 hectáreas de un bosque en proceso de restauración. La reserva de bosque nublado y los procesos de restauración ecológica sostienen una comunidad de aves muy diversa, entre las especies que regularmente se avistan, se incluyen poblaciones de las especies que fueron liberadas.
Las especies reinsertadas en La Elenita fueron:
Tangara de lentejuelas, Tangara nigroviridis
Tangara nuquidorada, Tangara ruficervix
Tangara goliplateada, Tangara icterocephala
La administración de esta reserva está a cargo del Zoológico de Quito, donde el objetivo es sostener la recuperación del bosque y desarrollar diferentes proyectos de investigación, conservación, educación ambiental y otros propósitos que fomenten el cuidado de la naturaleza.
Además de las doce aves reinsertadas La Elenita, otras tres aves fueron liberadas durante la jornada: un individuo de la tangara esmeralda (Tangara florida) fue liberado en la zona de Milpe-Pachijal, mientras otros dos individuos de la tangara cara de fuego (Tangara parzudakii) fueron reinsertados en Tandayapa. Cada uno de los lugares fue escogido de acuerdo a la biología y necesidades de las especies y en coordinación con especialistas representantes de áreas de conservación en estas zonas del Chocó Andino, con quienes estamos construyendo una red de reservas naturales enfocadas en restauración de ecosistemas, conservación y educación ambiental.
Entérate de todos los detalles de este caso en el video a continuación: