“Volare”, el mariposario del Zoológico de Quito en Guayllabamba es una iniciativa que comprende una experiencia inmersiva con el público, porque fomenta el conocimiento sobre las mariposas, para que la ciudadanía las valore, cuide e impulse prácticas positivas que ayuden a atraer nuevamente las mariposas a la ciudad. Es un lugar pensado en los más pequeñitos de la familia, donde podrán sorprenderse con los colores y formas de la diversidad de mariposas y plantas; un espacio donde junto a sus familias descubrirán la magia de la metamorfosis y la polinización.

Esta exposición temporal está conformada por 400 mariposas y 100 pupas, y entre las protagonistas principales de “Volare” se encuentran la mariposa morfo-andina de color azul, mariposa de ojos de búho, las mariposas pasionarias y varias más. El ciclo de vida y la transformación de las mariposas también tienen lugar en el mariposario, con capullos en metamorfosis y el primer vuelo de una mariposa al salir de su crisálida.

Martín Bustamante, director del Zoológico de Quito, afirma que “es importante promover la capacidad de maravillarnos con animales tan delicados como las mariposas, que además cumplen un rol importantísimo ya que fomentan la polinización y la evolución del mundo vegetal; animales delicados que se transforman de manera radical para ser libres”.

Detrás de “Volare”, hay un trabajo técnico para recrear el ambiente tropical propio de estas mariposas, propiciar condiciones adecuadas para una una vida en condiciones de bienestar. La propuesta enfatiza en los aspectos de educación y sensibilizados con una experiencia propuesta específicamente para niñas y niños entre 3 y 6 años.