Desde el 4 de julio del 2022, Kayambi, Chitachaca, Toa e Illapa, cuatro cóndores juveniles que habitan bajo nuestro cuidado humano, comparten el recinto de cóndores del QuitoZoo, para que nuestros visitantes admiren su grandeza y belleza. Estos cóndores son parte de un proyecto de conservación ex-situ de cóndores andinos, que consiste en el manejo y cuidado de dos hembras y dos machos de esta especie, a cargo de nuestro departamento de Bienestar Animal. Toa e Illapa, hembra y macho respectivamente, nacieron en la hacienda Zuleta, de la Fundación Galo Plaza Lasso, y llegaron a finales de mayo del 2022 al Zoológico de Quito, para sumarse a Kayambi y Chitachaca, macho y hembra, que llegaron rescatados hace pocos años.
A continuación puedes conocer la historia de cada uno:
Toa
Como aquella princesa legendaria de nuestra historia fue nombrada esta cóndor hembra, que nació dentro del programa de reproducción ex-situ del Grupo Nacional de Trabajo de Cóndor Andino y que ahora vive en el QuitoZoo. Nació el 17 de noviembre del 2020 en Cóndor Huasi, en la hacienda Zuleta de la Fundación Galo Plaza Lasso. Sus padres, Coya y Tarishka, tuvieron un largo periodo de convivencia, cortejo y reproducción antes de poner el huevo que se convertiría en Toa.
Es la menor del grupo de cóndores juveniles que estamos conformando, como parte del plan de conservación del Grupo Nacional de Trabajo del Cóndor Andino. Vivió un año y medio en la hacienda Zuleta, y desde mayo se encuentra en los recintos internos del Zoológico. Como los otros tres cóndores, Toa es una juvenil, y por ello sus plumas tienen un color café grisáceo. Después de un mes de su llegada no ha tenido problemas para adaptarse a su nuevo espacio, y ha congeniado muy bien con Chitachaca y Kayambi.
Kayambi
Una tarde, a pocas horas de cerrar el Zoológico, funcionarios del Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica trajeron a un polluelo de cóndor. Lo que más nos impresionó es que no tenía plumas en su cola. Ese 26 de julio del 2019 conocimos a Kayambi, estaba herido y no podía volar, probablemente tuvo un accidente tratando de hacer sus primeros vuelos. Fue rescatado por habitantes de la comunidad de Pisambilla en Cayambe. Aunque su rehabilitación física fue exitosa, por los pocos meses de edad que tenía cuando llegó no fue posible su reinserción en vida silvestre.
Aunque aún es un juvenil, a medida que pasa el tiempo su cuerpo comienza a tener más rasgos de un imponente cóndor. El collar blanco en su cuello, característico de los cóndores machos adultos, está empezando a formarse.
Durante varios meses compartió su recinto con Chitachaca, otra cóndor rescatada. Actualmente se está trabajando en un proceso de adaptación para que conviva con los dos cóndores que llegaron desde Zuleta.
Chitachaca
Su nombre se debe a la comunidad donde fue rescatada, con apenas ocho meses de edad. Llegó al Hospital de Fauna Silvestre de la Universidad San Francisco de Quito, donde recibió atención clínica debido a una fractura en su fémur. Después de una cirugía fue trasladada al QuitoZoo para continuar con sus cuidados y rehabilitación en un espacio físico más adecuado.
La lesión en su fémur impidió su reinserción en vida silvestre, por lo que se mantiene bajo nuestro cuidado y vive en el mismo recinto donde está Kayambi. Desde el inicio, estos dos cóndores tuvieron una buena relación, les ayudó el convivir, crecer juntos y aprender sobre sus comportamientos. Siempre Kayambi se ha mostrado muy sobreprotector con Chitachaca.
Desde el pasado mayo empezó un contacto progresivo con dos nuevos cóndores juveniles que llegaron desde Zuleta. Esta unión nos llena de esperanza como un acción clave en el proceso de conservación de esta especie que lidera el Grupo Nacional de Trabajo del Cóndor Andino.
A continuación puedes ver un video sobre la llegada de Chitachaca al QuitoZoo:
Illapa
En Zuleta recuerdan las fuertes lluvias y rayos del día del nacimiento de este cóndor nacido bajo cuidado humano. Sus padres son Ayu e Inti, una pareja exitosa en temas de reproducción, que antes ya han tenido polluelos. El 29 de octubre del 2019, después de tres semanas de cortejo y cópulas entre la pareja, el equipo de Fundación Galo Plaza Lasso observó en las cámaras de monitoreo, ubicadas en los recintos de cóndores, que habían colocado un huevo.
A sus dos años y medio Illapa es llevado al QuitoZoo junto a Toa, para que socialicen con Kayambi y Chitachaca; y así conformar un grupo de cuatro cóndores que en un futuro serán parte del programa de reproducción ex situ del Grupo Nacional de Trabajo del Cóndor Andino, con el fin de conservar esta especie en peligro de extinción.
Llegada de Toa e Illapa
En el video a continuación puedes ver cómo fue el traslado hacia el Zoológico de Quito de los cóndores nacidos en Zuleta: