Este miércoles 4 de octubre, la Unidad Educativa Municipal Antonio José de Sucre fue escenario de un evento muy especial: la presentación de cuentos escritos por educadores y educadoras ambientales del Zoológico de Quito e ilustrado por niños y niñas. Se trata de una colección de tres libros en los que se narran historias de un jaguar en “Espíritu del sol”, de un cóndor en “El vuelo de Pacha”, y de un guacamayo en “Un lugar diferente”.
Este evento contó con la presencia de autoridades de la Unidad Educativa Municipal Antonio José de Sucre, además de Isabel Salvador, Secretaria de Educación Educación, Recreación y Deporte del Distrito Metropolitano de Quito, Santiago Sandoval, Secretario de Ambiente de la ciudad y Mónica Reinoso, Directora Ejecutiva del Fondo Ambiental de Quito. El Zoológico de Quito trabajó de forma coordinada con estas instituciones municipales para hacer posible el lanzamiento.
Los representantes de la alcaldía destacaron la importancia de fomentar mayor conciencia y compromiso de niños y niñas por cuidar la naturaleza y la vida silvestre, mediante la socialización de estas obras literarias.
“Queremos que nuestra ciudad, que nuestro zoológico quiteño promueva que la historia de los animales sea contada por niños y niñas, que la conservación de los animales sea hecha por niños y niñas”, expresó Martín Bustamante, director del Zoológico de Quito.
Por su parte, Gabriela Arévalo, directora de Educación para la Conservación del Zoológico de Quito, agregó que estos Cuentos de seres silvestres son insumos importantes “para fomentar la lectura en niños y niñas de mensajes y contenidos ambientales que generen una relación más cercana entre las personas y los animales”.
“Los animales son parte de nuestra vida, son seres que conviven y crecen con nosotros haciéndonos mejores humanos, por eso la importancia de celebrar su día y apoyar este tipo de acciones de educomunicación” expresó Santiago Sandoval, secretario de Ambiente de Quito.
Alrededor de 90 estudiantes de la Escuela Sucre participaron de este lanzamiento, quienes pudieron escuchar el relato de uno de los cuentos, hacer yoga de animales, una actividad en la que se involucraron también las autoridades presentes, y cantar una canción dedicada al cóndor andino, también gestada en el departamento de Educación para la Conservación del zoológico. Para adquirir los libros se debe contactar con el QuitoZoo a través del 099 804 6563 o por las cuentas de redes sociales de esta institución.
Obras con un proceso de educomunicación que las sustenta
Despertar amor por la naturaleza y la vida silvestre es un objetivo esencial para formar una ciudadanía más comprometida con la conservación ambiental. Y enfocado en ese propósito, hace aproximadamente 4 años, el equipo de educadores y educadoras ambientales del Zoológico de Quito se inspiró para crear los “Cuentos de seres silvestres”, relatos acerca de animales que sufren comúnmente la amenaza de la cacería, del tráfico ilegal o del mascotismo, que llegan frecuentemente a este centro de rescate.
Estos cuentos son relatos de situaciones reales combinadas con la ficción, la cosmovisión y las amenazas que acechan a los animales en su hábitat.
Con este nuevo insumo creativo de su labor cotidiana, el equipo de Educación del zoológico lo compartió con niños, niñas y visitantes en general, reuniéndose con ellos para relatarles los cuentos. Después, estas historias se convirtieron en audiocuentos, también producidos por sus autores y autoras, quienes emplearon sus voces y recursos caseros para construir narraciones entretenidas en formato audible que atrapen, especialmente, a una audiencia infantil.
En la época de la cuarentena por la pandemia del Covid 19, los cuentos fueron ilustrados por niños y niñas que escucharon las historias en su formato audible. Esto fue posible a través de la difusión de este material que el zoológico realizó en sus redes sociales, cuando mantenía cerrada sus puertas y la única manera de mantener el vínculo con la comunidad era mediante canales virtuales.
De esta manera, estos libros de seres silvestres materializan una acción comunitaria que permiten reconocer la importancia de la presencia de los animales en el ecosistema, con un lenguaje y materialidad diferente a las herramientas o metodologías convencionales de divulgación de temas relacionados a ese contexto.