El Zoológico de Quito impulsa la conservación de la rana marsupial andina en los parques de la ciudad

octubre 4, 2024

En el marco del Día Mundial de los Animales, el Zoológico de Quito ha dado un nuevo paso en la conservación de especies nativas, con la reintroducción de renacuajos y juveniles de la rana marsupial andina (Gastrotheca riobambae) en el Parque Las Cuadras. Alrededor de 50 uilli uillis, 6 juveniles y 7 subadultas ahora son habitantes de charcas en este espacio público ubicado en el sur de Quito.

Esta acción forma parte del programa de conservación «Que vuelvan los uilli uillis», iniciado en 2020 y que cuenta con la certificación de la Asociación Latinoamericana de Parques Zoológicos y Acuarios (ALPZA), cuyo objetivo es restablecer poblaciones de ranas nativas en áreas verdes de la ciudad, contribuyendo a la restauración ecológica y a la revalorización de los ecosistemas urbanos. Uno de los efectos más importantes será el regreso de la rana marsupial a zonas donde antiguamente hacía sonar su canto.

La presencia de este anfibio emblemático de Quito se ha visto gravemente reducida debido a la urbanización y la pérdida de hábitat. Para contrarrestar esta amenaza, la reintroducción de renacuajos y ranas rescatadas es imprescindible, como la que se realizó en charcas del Parque Las Cuadras, un área clave para su supervivencia y reproducción.

Martín Bustamante, director del Zoológico de Quito, destacó que esta acción “no es solamente una reintroducción, sino que es un plan de conservación de la especie, que involucra mucho a la gente, para que la gente vuelva a ver, a querer y a sentir a la rana como parte de Quito”.

De acuerdo con información municipal, el parque Las Cuadras tiene una extensión de casi 20 hectáreas, en cuyo interior se encuentra uno de los viveros municipales más grandes de Quito; provee plantas para toda la ciudad, sean ornamentales, frutales o arbustivas. También cuenta con un sendero ecológico denominado “La Rana Rin-Rin”, diseñado para apoyar a la supervivencia de anfibios nativos de la zona.
Para Rubén Cáceres, administrador del parque, esta reintroducción efectuada “es vital para el espacio, porque nos permite tener un indicador de la salud ambiental de este punto del Distrito Metropolitano. Recordemos que las ranas son excelentes bioindicadores del clima y del estado del entorno”.

En el evento de reintroducción participaron cerca de 60 niños y niñas, de grupos de la Unidad Educativa Municipal Quitumbe y de la Fundación Tukuna, quienes disfrutaron activamente en la liberación de los renacuajos, acompañando la actividad con cánticos a la lluvia en honor a la relación ancestral entre las ranas y el agua en la cosmovisión andina. Esta tradición cultural atribuye a las ranas el poder de atraer la lluvia, siendo un símbolo de fertilidad y renovación, por lo que también fue una forma de agradecimiento a estos animales por el regreso de las lluvias a la ciudad.

Luis Pazmiño, docente de la Unidad Educativa Quitumbe, expresó que este tipo de eventos son beneficiosos para que los niños aprendan sobre conservación. “Las instituciones educativas debemos contribuir con estas actividades, y es fundamental que se incluyan en el currículo. La conservación de todos los animales que tenemos aquí es esencial, y debemos comprometernos a rescatarlos», señaló.

Esta actividad responde al eje educativo educativo que tiene este programa de conservación. En ese sentido, Gabriela Arévalo, directora de Educación para la Conservación del Zoológico de Quito, explicó que es indispensable «que los procesos de reintroducción de especies estén enmarcados en proyectos de conservación que vinculen a la comunidad. En el caso de la rana marsupial andina trabajamos con instituciones educativas cercanas a las zonas de liberación, con familias que visitan los parques y con el personal que trabaja en estos espacios”.

Las ranas reintroducidas atraviesan un proceso técnico de rescate

La primera reintroducción de ranas marsupiales se realizó en junio de 2022, en dos charcas del Parque Bicentenario, en la zona donde el colectivo familiar Sembrando Raíces desarrolla un proyecto de siembra de plantas y árboles nativos, en el sector del bosque del parque, en su lado nororiental. En ambos cuerpos de agua se colocaron uilli-uillis que fueron rescatados de una laguna artificial aledaña al mirador del Cerro La Luz en Puéllaro, al nororiente de Quito.

Para la nueva reintroducción en el parque Las Cuadras, se efectuó un rescate de renacuajos en un reservorio de Puéllaro. Además, se sumaron otras ranas juveniles y adultas que contaron con un manejo especial para este fin.

El proceso de rescate implica una primera recolección de lotes de renacuajos a partir de poblaciones abundantes en reservorios de agua para uso agrícola. Primero se obtiene un grupo de 5 renacuajos para realizar análisis de laboratorio con estos uilli uillis, lo que permite determinar si existe presencia de patologías. Una vez conocidos los resultados, el siguiente paso es recolectar más renacuajos con fines de reintroducción, siempre y cuando sea una acción sin riesgo para el ecosistema donde van a habitar.

Los renacuajos se mantienen temporalmente en contenedores herméticos antes de su reinserción. Para asegurar su bienestar y un traslado seguro, los especialistas miden la temperatura del momento de recolección como una referencia para el manejo posterior en la liberación. Todo este proceso responde a un protocolo para la recolección, manejo y transporte de renacuajos, basado en el manual para translocaciones para la reintroducción de Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Para hacer seguimiento de estas reintroducciones, el equipo del Zoológico de Quito también tiene diseñado un plan de monitoreo en las zonas donde son colocadas las ranas. En el parque Bicentenario ya se desarrollaron tres monitoreos en las charcas y zonas cercanas a estas, entre diciembre del año pasado y junio del presente, con los que se hallaron 5 ranas marsupiales adultas, entre machos y hembras, a las cuales se las registró con el mecanismo de foto identificación de su dorso, cuya coloración permite distinguir a cada individuo.

Los monitoreos se realizan en la noche durante alrededor de 2 horas y está previsto que se efectúen tres veces al año en los parques donde los renacuajos y ranas son reintroducidas. En diciembre de este año se desarrollará el primer monitoreo en el Parque Las Cuadras y uno nuevo en el Bicentenario, donde también se han hallado aproximadamente 100 ranas cutines (Pristimantis unistrigatus) en sectores aledaños a charcas.

Una acción que responde a un plan integral

“Que vuelvan los uilli uillis” es un proyecto que se ejecuta simultáneamente desde diferentes frentes. Además de las reinserciones de las rana marsupial desarrolladas, el Zoológico de Quito cuenta con un laboratorio para hacer un manejo especializado de renacuajos y ranas. Betsabé Trujillo, veterinaria de este centro de rescate, encargada de la gestión médica del proyecto, explicó que este espacio es vital para atender y cuidar a ranas rescatadas de pozas y lugares donde su vida estaba en riesgo y que pueden ser reintroducidas en sitios adecuados, después de un proceso riguroso de atención clínica que garantice que que sean animales sanos. “Tenemos terrarios que cuentan con un sistema donde hay un microhábitat para la rana, con nebulización interna”, destacó especialmente la especialista.

Como complemento a la labor técnica del proyecto, el Zoológico cuenta con “Rana marsupial, la vida en dos mundos”, una exposición educativa que busca la identificación de los visitantes con esta especie, desde que nace en el agua hasta que se desarrolla como anfibio terrestre, a través de las diferentes etapas que tiene este espacio. La propuesta museográfica evidencia, desde la mirada de las ranas, las dificultades que encuentran para sobrevivir en la ciudad.

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