- “Que vuelvan los uilli-uillis” es la iniciativa que promueve el Zoológico de Quito por la conservación de la rana marsupial andina, última especie de rana acuática de Quito, que hoy se encuentra casi amenazada.
- La campaña busca sensibilizar a la ciudadanía para conservar los espacios de reproducción de esta especie; así se podrá garantizar que los uilli-ullis (renacuajos en jerga quiteña) regresen a Quito y no dejen de cantar.
- La iniciativa surgió como parte del proyecto Quito Biodiverso, con el cofinanciamiento del Fondo Ambiental de Quito y el soporte técnico de la Secretaría de Ambiente del DMQ.
El acelerado crecimiento de la capital ha afectado a las poblaciones de ranas que habitan en ella. Este es el caso de la rana marsupial andina (Gastrotheca riobambae), especie endémica de Quito, que hoy ve en riesgo su supervivencia. Según la última Lista Roja de Anfibios del Ecuador, esta especie se encuentra Casi Amenazada; su situación, pese a ser una preocupación ambiental, es un tema desconocido para la ciudadanía en general.
En el marco del proyecto Quito Biodiverso, el Zoológico de Quito desarrolló la campaña “Que vuelvan los uilli uillis” para sensibilizar a la ciudadanía, especialmente a niños y niñas, sobre el estado de este anfibio capitalino, la importancia de la conservación de su hábitat y la conexión con la cultura ambiental quiteña. A través de contenidos educativos difundidos por redes sociales el Zoológico de la ciudad busca despertar la curiosidad sobre este habitante quiteño y su relación con el ecosistema. Esta iniciativa se desarrolla con el cofinanciamiento del Fondo Ambiental de Quito y el soporte técnico de la Secretaría de Ambiente del DMQ.
Gabriela Arévalo, directora de Educación para la Conservación del Zoológico de Quito, menciona que esta campaña educativa es el inicio de varias acciones que la institución estará realizando centradas en este anfibio a lo largo del año. El zoo quiere evidenciar la situación de esta rana al ser una especie que podría desaparecer y que es propia de la ciudad. “Como institución, al estar ubicados en Quito, tenemos un compromiso con la rana marsupial andina y su entorno, un compromiso con su conservación donde la educación y comunicación ambiental hacen un eje importantísimo en esta tarea”, menciona.
En los contenidos de la campaña, niños y niñas de Quito le cuentan a la ciudadanía sobre esta rana quiteña, se busca apelar al recuerdo de cuánto los uilli uillis eran abundantes en las charcas de Quito, generar conexión con este anfibio por lo interesante de su biología y, sobre todo, evidenciar la relación de esta rana con el agua. Además, se han preparado contenidos que permitan identificar, describir y nunca olvidarla: ilustraciones científicas, grabaciones de su canto, una canción infantil y un audio cuento grabado con niños y niñas del barrio La Josefina. En julio se realizó un taller virtual destinado a hablar sobre esta especie y aprender a realizar una ilustración científica junto a Picturatus Conservación.
“Involucrar a la ciudadanía en la situación que está viviendo esta especie, busca que podamos cambiar su destino y que recuperen su hábitat. En el trabajo en Iguiñaro y La Josefina vimos que no todas las personas conocen a esta especie y su valor ecológico. Para generar esa valoración y convertirlos en sus guardianes ha sido necesario promover procesos de educación ambiental, que con esta campaña pueden tener alcance al resto de los quiteños”, dice Michele Angulo, jefa de educadores del Zoo de Quito.
La rana marsupial andina es una especie propia de Quito y su particularidad radica en su fuerte relación con el agua y la manera cómo empieza su vida. Habita en charcas, entre las quebradas y matorrales del paisaje quiteño. Está presente en la mente de adultos y ancianos, porque años atrás sus renacuajos o uilli uillis estaban presentes en toda la ciudad y eran parte de la curiosidad por la naturaleza.
Este anfibio se caracteriza por la singular bolsa marsupial de la hembra, donde carga a sus huevos y su relación con el agua, pues necesita de charcas para liberar los uilli uillis que salen de su marsupio como diminutas larvas para, luego de casi 90 días, convertirse en ranas y pasar de la vida acuática a la terrestre. En el año 2012 fue declarada especie emblemática del Distrito Metropolitano de Quito junto a 13 especies de animales nativos de la ciudad, según la resolución 349 del Concejo Metropolitano de Quito.
Además de ser una campaña de educomunicación, “Que vuelvan los uilli uillis” es un pedido activo a la comunidad para que se comprometa con la protección del ecosistema nativo de Quito, que permita recuperar las poblaciones de ranitas marsupiales y evitar su completa desaparición.
Debido a la situación en la que se encuentra este anfibio, desde años atrás varios procesos públicos y privados de conservación se llevan a cabo. En Quito, La Balsa de los Sapos –PUCE– y el Centro Jambatu trabajan en la conservación de la Gastrotheca riobambae a través de programas de manejo y acciones de conservación ex situ. La Fundación Herpetológica Gustavo Orcés (Vivarium) llevó a cabo un proceso de apoyo a poblaciones silvestres y ahora conduce acciones de educación ambiental.
Desde este año el Zoológico de Quito cuenta con un laboratorio especializado en el manejo de la rana marsupial andina. El espacio ha sido renovado con mejoras sustanciales para alcanzar bienestar animal y brindar las mejores condiciones técnicas para la especie. Así, la población que está bajo la responsabilidad del Zoológico desde 2009, cuando se realizó el rescate de cientos de uilli uillis, podrá cumplir con los dos ámbitos que persigue el zoológico: cuidado y conservación de la especie, pero también la sensibilización de la población.