- El proyecto Quito Biodiverso, emprendido por el Zoológico de Quito, centra su interés en el trabajo con las comunidades, bajo los ejes de educación y comunicación ambiental, conservación de la rana marsupial andina, rescate y manejo de fauna silvestre y arbolado urbano.
- Esta iniciativa cuenta con el apoyo técnico de la Secretaría de Ambiente y el respaldo financiero del Fondo Ambiental.
Las diferentes amenazas que enfrenta el patrimonio natural de la capital llevaron al Zoológico de Quito a desarrollar el proyecto Quito Biodiverso, con el planteamiento de utilizar a la educación ambiental y la participación ciudadana como herramientas estratégicas para promover el conocimiento, valoración y conservación de la riqueza natural que alberga el Distrito Metropolitano de Quito (DMQ).
Martín Bustamante, director del Zoológico de Quito, señala que Quito Biodiverso significa una apuesta técnica y educativa dirigida a garantizar la permanencia de los ecosistemas de la capital. “Este proyecto ha procurado la integración creativa y dinámica de los ciudadanos y las instituciones con su medio natural, para generar cambios que vayan en beneficio de la conservación de la vida silvestre desde el reconocimiento de la complejidad del ecosistema urbano y las maneras que tenemos de habitarlo”.
Quito Biodiverso consta de cuatro componentes, cuyos detalles se describen a continuación:
Educación ambiental en comunidades:
Como parte del programa, se consultó a los pobladores del barrio La Josefina (sector Carcelén) y la comunidad de Iguiñaro (parroquia El Quinche) acerca del patrimonio natural de sus zonas. A través de encuestas y grupos focales, los habitantes identificaron al manejo inadecuado de la basura, la presencia de perros abandonados, la deforestación y la contaminación del agua como los principales problemas que enfrentan, lo cual sustentó parte de los mensajes de sensibilización implementados en el componente educativo del proyecto.
Gabriela Arévalo, directora de Educación para la Conservación del Zoológico de Quito, comenta que se han diseñado experiencias educativas que conectan a la gente con su entorno natural. “Cada encuentro es un espacio de reflexión, sensibilización y conocimiento que busca educar para la conservación, con una propuesta pedagógica basada en la educación experiencial y constructivista”.
Un total acumulado de 433 personas, entre niños, niñas, adolescentes y adultos mayores, de 3 a 72 años, participaron en 25 encuentros presenciales y virtuales que se llevaron a cabo de enero a julio de este año. El equipo de Educación para la Conservación del Zoo de Quito preparó recorridos por las quebradas de los ríos Aglla (Iguiñaro) y Monjas (La Josefina), juegos y desafíos, entre otras acciones que incentivaron a la gente a conectarse con la naturaleza y con su comunidad.
Esto fue complementado con más de 50 recursos educativos (mapas, calcamonías, fanzines, rompecabezas y más), así como con productos educomunicacionales (canciones, audiocuentos, videos educativos) que fueron gestados por los participantes.
Ciencia ciudadana: documentando la biodiversidad urbana
A través de Quito Biodiverso, se apoyó la organización y conducción del “Desafío Naturaleza Urbana 2021 (DNU): Descubre Quito Biodiverso”, realizado entre el 30 de abril y el 3 de mayo.
Este evento formó parte de un certamen internacional, que consistió en motivar a la ciudadanía a explorar y registrar la biodiversidad de la capital, a través de la aplicación iNaturalist. Más de 320 identificadores y 290 observadores participaron en el Desafío, registrando cerca de 8.000 observaciones, correspondientes a un poco más de 1.300 especies. A pesar de las restricciones de movilidad establecidas por la emergencia sanitaria, los resultados alcanzados fueron relevantes, permitiendo que Quito se ubique en el tercer lugar a nivel de Latinoamérica, por el número de observaciones, siendo superado únicamente por dos ciudades de México: Mazatlán y Monterrey.
City Nature Challenge (Desafío Naturaleza Urbana, en español) es una competencia entre ciudades a nivel mundial, organizada por la Academia de Ciencias de California y el Museo de Historia Natural de Los Ángeles. Quito participó por segunda ocasión en este evento, el cual fue organizado por Fundación Zoológica del Ecuador (Zoológico de Quito), la Universidad Tecnológica Indoamérica, el Instituto Nacional de Biodiversidad, la Universidad San Francisco de Quito (Museo de Zoología) y la Red DivulgaCiencia. Los resultados son alentadores y motivan a pensar en el establecimiento a largo plazo de este tipo de iniciativas que conectan a la gente con su entorno.
Osos y cóndores: una campaña para despertar conciencias
Las especies más grandes de la región andina, el oso de anteojos (Tremarctos ornatus) y el cóndor andino (Vultur gryphus), se encuentran bajo enormes presiones que amenazan su subsistencia. Esta preocupante situación motivó al Zoológico de Quito a desplegar la campaña digital de comunicación y educación ambiental “Osos y cóndores”. Más allá de advertir sobre los riegos, causas y consecuencias de la potencial extinción de estas especies, emblemáticas por excelencia, a través de la campaña se buscó hacer un llamado de atención a la gente, a fin de que tome conciencia de que todos somos parte del problema y que podríamos ser parte de la solución.
Para ello, 18 contenidos educomunicacionales, entre artes gráficas, historias con fotografías y videos, fueron difundidos por las redes sociales del proyecto y del Zoológico. Estos insumos se publicaron a lo largo de un mes, y de acuerdo con las estadísticas obtenidas, esta campaña llegó a aproximadamente 490.000 usuarios digitales y a 3 millones de personas a través de gestiones realizadas con la prensa. Asimismo, el equipo del Zoológico desarrolló varios encuentros virtuales y presenciales con las comunidades de La Josefina e Iguiñaro, enfocados en la temática de la campaña.
Según datos oficiales, el oso andino está catalogado como una especie “Vulnerable”, en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), mientras que el cóndor está “En Peligro” de extinción, con una población de 150 individuos que se va reduciendo notablemente, debido al envenenamiento y la cacería.
La rana marsupial andina: reforzando las capacidades para la educación y el manejo para la conservación de esta especie ícono de Quito
Según la última Lista Roja de Anfibios del Ecuador, la rana marsupial andina (Gastrotheca riobambae) se encuentra catalogada como “Casi Amenazada”. Por ello, a través del proyecto Quito Biodiverso se impulsó la sensibilización ciudadana, especialmente en niños y niñas, para su rescate y conservación mediante la campaña “Que vuelvan los uilli-uillis a Quito”. La campaña se desarrolló a nivel digital y contó con 14 contenidos educomunicacionales para llegar a la población. Paralelamente, la zona de la exhibición educativa de la rana marsupial andina en el Zoo de Quito fue remodelada. Más de 30 ranas adultas y 15 uilli-uillis (renacuajos) son los protagonistas de esta obra educativa, interactiva, lúdica y sensorial, a través de la cual se busca que los visitantes se sumerjan en el mundo de las ranas y evidencien la complejidad de su supervivencia en un paisaje urbano como el de Quito. La muestra se abrirá al público a finales de julio y se espera beneficiar a 180 mil visitantes al año.
Como parte de esta iniciativa, también se acondicionó un laboratorio para el manejo de la rana marsupial andina en el Zoo de Quito, en donde actualmente se mantienen a 70 individuos que provienen de acciones previas de rescate. «Esta infraestructura cumple con los estándares técnicos recomendados para el adecuado manejo de las ranas y se ajusta a los objetivos del zoológico. Así, ha permitido mejorar el bienestar de los animales que actualmente están bajo cuidado humano, así como optimizar las prácticas rutinarias de manejo. A mediano plazo, se aspira que las capacidades físicas y técnicas instaladas, sirvan para desarrollar investigaciones y procesos de cría asistida para reforzamiento de poblaciones silvestres», indicó MarEn Bustamante, director del Zoológico de Quito.
El arbolado urbano: promoviendo el adecuado manejo y la valoración de los árboles y espacios verdes de la ciudad
Otra de las prioridades de Quito Biodiverso fue fomentar la identificación del árbol de ciudad y de los espacios verdes, como elementos relevantes en el contexto ecológico de la urbe. En este sentido, en febrero se realizó el taller “Hagamos de Quito una ciudad de árboles”, con el propósito de evidenciar las diferentes percepciones que existen con respecto al arbolado urbano, sus problemáticas y posibles soluciones, planteadas bajo un enfoque colaborativo. El evento llevado a cabo en modalidad virtual implicó 12 horas de jornadas de trabajo, reunió a 12 especialistas invitados y a 147 asistentes, representantes de diferentes sectores, en su mayoría de la sociedad civil. Uno de los resultados más importantes de este taller fue la identificación del Parque Bicentenario como un espacio público con un potencial para el fortalecimiento del arbolado urbano, principalmente por la presencia de un bosque de 30 hectáreas localizadas en la zona nororiental del parque, donde están sembradas varias especies de árboles nativos acompañados de algunas exóticas. El Parque Bicentenario se convirtió en el epicentro para el desarrollo de actividades complementarias. Así, en este espacio se realizó un evento de capacitación teórico-práctico para el manejo técnico de árboles, el cual estuvo dirigido al personal municipal que gestiona las tareas de arbolado en parques y otros espacios públicos. Más de 40 personas tuvieron la posibilidad de actualizar sus conocimientos en esta temática. Adicionalmente, se ejecutó un Censo del Arbolado, actividad que consistió en colocar placas con códigos QR en 100 árboles del Bicentenario, para identificar su especie y registrar su ubicación a través de la aplicación Save.Bio con miras al establecimiento de mecanismos de monitoreo ciudadano en el mediano y largo plazo.
Gestión de fauna silvestre: conjugando esfuerzos para mejorar el cuidado y el bienestar de animales que han sido extraídos de su hábitat natural
Conscientes de que la fauna silvestre que ha sido extraída de su hábitat natural, en su mayoría víctima del tráfico ilegal de vida silvestre, requiere una atención especializada que debe basarse en principios éticos y técnicos, en el marco del proyecto Quito Biodiverso se promovió la generación de espacios de capacitación dirigidos principalmente a personas cuyo oficio está asociado al cuidado de esos animales. Así, se realizaron tres seminarios, cuyas agendas contemplaron 55 ponencias magistrales, impartidas por 47 expertos nacionales y extranjeros. Un total de 251 personas fueron capacitadas en principios de biología y ecología de fauna silvestre; rescate, rehabilitación, manejo y cuidado ex situ de fauna silvestre; y comportamiento, enriquecimiento y entrenamiento ex situ de fauna silvestre. Adicionalmente, se llevó a cabo una capacitación sobre técnicas de manejo ex situ de anfibios, con un enfoque especial en la rana marsupial andina, el cual convocó a 23 participantes, en un taller dictado por un experto en el tema. David Mora, director de Bienestar Animal del Zoológico de Quito, comentó que
«Las capacitaciones forman parte del plan de mejoras que tiene el personal que se dedica al rescate, rehabilitación y cuidado animal en el Zoo de Quito, y nos permite alcanzar los niveles que la sociedad y los organismos internacionales esperan».